LA OBRA DE ARTE

P. Fr. Guillermo Butler, O.P

 

El P. Fr. Guillermo Butler, O.P., nació en Córdoba, en 1880. En sus pinturas expresa un mensaje espiritual: una atmósfera de quietud y serenidad. Sus paisajes son signos del camino del hombre hacia la vida eterna.

"En presencia de los frescos del Beato Angélico yo temblaba de emoción; la intensa y sincera emoción de aquel fraile ingenuo había penetrado en lo más íntimo de mi alma; comprendí que el arte era superior a todas las habilidades y maestrías de los humanistas del Renacimiento; que ello era mucho más íntimo, que tenía la predilección de hablar directamente a nuestras almas, con un lenguaje y una elocuencia que no se aprende... nada de engañosas y superfluas habilidades, nada de teatralidad... es la expresión sincera de un gran místico, por eso tiene la propiedad de conmover..." (1)

"Hay en la obra de arte dos elementos necesarios, uno que sale... de la naturaleza y otro que sale de nosotros mismos, de nuestra propia sensibilidad; algo que unido a la inteligencia, se desprende de un corazón que vibra fuertemente, y con el contacto de su vibración hace a su vez vibrar a los demás... El artista... debe buscar siempre la belleza impresionándose profundamente de ella, para transmitirla como envuelta en su propia emoción: esta misión es sagrada y debe cumplirla con sinceridad y humildad..." (2)

"El arte no es una simple distracción o una manera agradable de emplear el tiempo, como algunos parece que creen, sino una necesidad imperiosa de nuestro espíritu, un alimento necesario a la parte más noble y más grande de nuestro ser, algo que viene a aliviar la dura y pesada carga de las necesidades de la vida material: para abrir nuestros ojos a un mundo sólo sensible al espíritu; para mitigar el dolor cruel que en todas partes nos rodea y persigue, y sustraernos, un instante siquiera, a tantas tristezas y egoísmos, dándonos un presentimiento de nuestro noble y grande fin.

El arte es la expresión más sublime de un alma sensible y emocionada por una belleza superior: "las raíces de esta bella planta -para servirme de la expresión de Goethe- están sumergidas en la realidad, pero sus ramas sólo florecen en un mundo todo ideal".

...El arte, sirviéndome de una definición puramente descriptiva, no es otra cosa que la exteriorización de emociones fuertemente sentidas, que el artista nos transmite, bien sea por líneas o colores, bien sea por sonidos o palabras: la emoción, para que pueda transmitirse a los demás, debe ser sincera, profundamente sincera: sólo así podrá llegar a nuestros corazones para emocionarlos a su vez, pues como dice el proverbio alemán: "lo que no sale del corazón no llega al corazón".

Tratándose de las artes plásticas, no es, como muchos creen, la simple imitación de la naturaleza, o la reproducción servil y fotográfica de ésta, porque entonces nuestra tentativa sería no sólo vana, sino hasta ridícula; pues por más que se haga, jamás llegaremos a reproducir la luminosidad de un rayo de sol o la intensa blancura de la nieve...

El artista, hasta cuando copia la naturaleza es esencialmente creador; el pintor y el fotógrafo no se confundirán jamás. Aquí nace toda la nobleza del artista, y por eso su misión es sagrada. El debe buscar siempre la belleza impresionándose profundamente de ella, para transmitirla como envuelta en su propia emoción: esta misión es sagrada y debe cumplirla con sinceridad y humildad, lleno de un profundo respeto...

Sin duda se me dirá que con este rigor y estrictez se reduciría demasiado la obra de arte, y apenas si quedará uno que otro artista: pero ella es una necesidad absoluta de nuestros días en que tanta falsedad e hipocresía se ha introducido en la obra que debiera ser la más santa y la más rigurosamente sincera. El día que se tenga conciencia de la dignidad del arte, y de su alta misión espiritual, ese día nos veremos libres de tanto virtuosismo y acrobacia, como abundan hoy en todas las exposiciones y salones con gran detrimento del verdadero arte.." (3)

oooooooooooooooooooooooooooooooooo

NOTAS

  1. P. BUTLER, Guillermo, O.P., El arte y su influencia, Ensayos y rumbos XIX, 8 de agosto de 1920, p. 237.

  2. P. BUTLER, Guillermo, O.P., Arte cristiano, Ensayos y rumbos XXII, 11 de noviembre de 1923, p. 301.

  3. P. BUTLER, Guillermo, O.P., Arte cristiano, Ensayos y rumbos, n. XXII, noviembre 11 de 1923, pp. 299-302.